Receta de pollo crujiente: una deliciosa opción para disfrutar en cualquier ocasión. El pollo crujiente es un plato clásico que combina sabores y texturas irresistibles. Su exterior dorado y crujiente contrasta perfectamente con la jugosidad de la carne en su interior. Esta receta es ideal para aquellos que buscan una alternativa más saludable a los tradicionales pollos fritos, ya que se cocina al horno en lugar de freírse en aceite. Además, su preparación es muy sencilla y requiere de pocos ingredientes.
Para lograr el pollo crujiente perfecto, es importante marinarlo previamente en una mezcla de especias y condimentos que realzarán su sabor. Luego, se cubre con una capa de pan rallado y se hornea hasta que adquiera ese característico aspecto dorado y crujiente. El resultado es un pollo jugoso por dentro y crujiente por fuera, que hará las delicias de todos los comensales.
Esta receta de pollo crujiente es perfecta para servir como plato principal en una comida familiar o para sorprender a tus invitados en una ocasión especial. Acompáñalo con una ensalada fresca o unas papas al horno y tendrás una comida completa y deliciosa. ¡No esperes más y prueba esta receta de pollo crujiente que seguro se convertirá en una de tus favoritas!
Receta de pollo crujiente: pollo, harina, huevo, pan rallado, sal, pimienta, aceite vegetal.
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Paso 1: Preparar los ingredientes necesarios para la receta de pollo crujiente: pollo, harina, huevo, pan rallado, sal, pimienta y aceite vegetal.
Paso 2: Lavar y secar bien el pollo para asegurarse de que esté limpio y libre de cualquier residuo.
Paso 3: En un plato hondo, mezclar la harina con sal y pimienta al gusto. Esta mezcla se utilizará para empanizar el pollo.
Paso 4: En otro plato hondo, batir los huevos hasta que estén bien mezclados. Estos huevos batidos se utilizarán para adherir el pan rallado al pollo.
Paso 5: En un tercer plato hondo, colocar el pan rallado. Este será el último paso para empanizar el pollo.
Paso 6: Tomar cada pieza de pollo y pasarla por la mezcla de harina, asegurándose de cubrir completamente el pollo con la harina.
Paso 7: Luego, sumergir el pollo empanizado en los huevos batidos, asegurándose de que esté completamente cubierto de huevo.
Paso 8: Finalmente, pasar el pollo por el pan rallado, presionando ligeramente para que el pan rallado se adhiera bien al pollo.
Paso 9: Repetir los pasos 6, 7 y 8 con todas las piezas de pollo hasta que estén todas empanizadas.
Paso 10: Calentar el aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto.
Paso 11: Una vez que el aceite esté caliente, agregar las piezas de pollo empanizadas y freírlas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados. Esto puede tomar alrededor de 5-7 minutos por cada lado, dependiendo del tamaño del pollo.
Paso 12: Retirar el pollo crujiente de la sartén y colocarlo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Paso 13: Servir el pollo crujiente caliente
El pollo crujiente se puede acompañar con una variedad de bebidas o tragos, dependiendo de las preferencias personales. Algunas opciones podrían ser:
– Cerveza: Una cerveza fría, ya sea una lager clara o una cerveza artesanal con sabores más intensos, puede complementar muy bien el sabor del pollo crujiente.
– Vino blanco: Un vino blanco seco y ligero, como un Sauvignon Blanc o un Chardonnay sin roble, puede equilibrar los sabores del pollo crujiente.
– Refresco de cola: Si prefieres una opción sin alcohol, un refresco de cola bien frío puede ser una buena elección para acompañar el pollo crujiente.
– Limonada: Una limonada casera o una limonada con gas pueden refrescar el paladar y realzar los sabores del pollo crujiente.
– Agua con gas: Si buscas una opción más ligera, el agua con gas puede ser una buena elección para acompañar el pollo crujiente sin interferir con su sabor.
Estas son solo algunas sugerencias, pero al final la elección de la bebida o trago dependerá de las preferencias personales y del contexto en el que se esté disfrutando el pollo crujiente.