Receta de mantequilla de maní: una deliciosa y saludable opción para disfrutar en cualquier momento del día. La mantequilla de maní es un alimento versátil y nutritivo que se ha convertido en un favorito de muchas personas alrededor del mundo. Su sabor cremoso y suave, combinado con su alto contenido de proteínas y grasas saludables, la convierten en una opción perfecta para agregar a tus comidas y meriendas diarias. Además, es muy fácil de hacer en casa, lo que te permite controlar los ingredientes y personalizarla a tu gusto.
Para preparar esta deliciosa mantequilla de maní, solo necesitarás unos pocos ingredientes básicos: maní tostado sin sal, aceite de maní (o cualquier otro aceite vegetal neutro), sal y miel (opcional). El proceso es muy sencillo, solo tendrás que triturar los maníes en un procesador de alimentos hasta obtener una consistencia cremosa y suave. Luego, agregarás el aceite, la sal y la miel, si deseas endulzarla un poco más. Mezcla todo nuevamente hasta que esté bien incorporado y ¡listo! Ya tienes tu propia mantequilla de maní casera, lista para disfrutar en tostadas, galletas, batidos o simplemente a cucharadas. No hay duda de que esta receta te conquistará con su sabor y textura irresistibles.
Receta de mantequilla de maní: maní tostado y sal.
Paso 1: Reúne los ingredientes necesarios para hacer la mantequilla de maní: maní tostado y sal.
Paso 2: Si el maní no está tostado, colócalo en una bandeja para hornear y tuesta en el horno precalentado a 180 grados Celsius durante aproximadamente 10 minutos. Esto ayudará a resaltar el sabor del maní.
Paso 3: Una vez que el maní esté tostado, déjalo enfriar por unos minutos.
Paso 4: Coloca el maní tostado en un procesador de alimentos o licuadora potente.
Paso 5: Agrega una pizca de sal al maní tostado. La cantidad de sal dependerá de tus preferencias personales, así que puedes ajustarla según tu gusto.
Paso 6: Enciende el procesador de alimentos o licuadora y comienza a triturar el maní. Es posible que debas detenerte de vez en cuando para raspar los lados del recipiente y asegurarte de que todo se mezcle de manera uniforme.
Paso 7: Continúa procesando el maní hasta que obtengas la consistencia deseada. Si prefieres una mantequilla de maní más suave, deberás procesar durante más tiempo. Si te gusta una textura más gruesa y crujiente, puedes detenerte antes.
Paso 8: Prueba la mantequilla de maní y ajusta la sal si es necesario. También puedes agregar otros ingredientes opcionales, como miel o azúcar, si deseas endulzarla.
Paso 9: Transfiere la mantequilla de maní a un frasco hermético y guárdala en el refrigerador. Se mantendrá fresca durante varias semanas.
¡Y eso es todo! Ahora puedes disfrutar de tu deliciosa mantequilla de maní casera en sándwiches, tostadas o como prefieras.
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