El Gin Tonic, un clásico de la coctelería, es una bebida refrescante y sofisticada que ha ganado popularidad en los últimos años. Este trago, que combina la sutileza del gin con la efervescencia de la tónica, es perfecto para disfrutar en cualquier ocasión. La preparación de un Gin Tonic requiere de algunos pasos clave para lograr el equilibrio perfecto de sabores y aromas. Primero, se debe elegir un buen gin, de preferencia uno que tenga notas cítricas y herbales. Luego, se añade la tónica, que aporta el toque burbujeante y amargo característico de este trago. Para realzar los sabores, se recomienda agregar algunos ingredientes adicionales, como rodajas de limón o pepino, que aportan frescura y complejidad al cóctel. Finalmente, se sirve en un vaso alto con hielo y se decora con una ramita de enebro o una rodaja de limón. El Gin Tonic es una opción versátil y elegante que se adapta a los gustos de cada persona. Ya sea para una reunión con amigos o para relajarse después de un largo día, este trago siempre será una elección acertada.
– 50 ml de ginebra
– 150 ml de agua tónica
– Rodaja de limón
– Hielo
1. En un vaso alto, coloca unos cubos de hielo hasta llenar aproximadamente 1/3 del vaso.
2. Agrega 50 ml de ginebra sobre el hielo.
3. Vierte 150 ml de agua tónica sobre la ginebra y el hielo.
4. Exprime una rodaja de limón sobre el trago y luego colócala dentro del vaso.
5. Remueve suavemente con una cuchara larga para mezclar los ingredientes.
6. Sirve y disfruta de tu Gin Tonic bien frío.